2 de julio de 2015

Bucle

Debo ser una persona terrible porque cada vez que expreso una buena intención el Otro rápidamente considera que quiero todo lo contrario. Y lo peor de todo es que no puedo expresarla de otra manera, por lo que no logro convencer al Otro de que mi intención es buena porque no puedo sino usar las palabras con las que expresé la buena intención, porque no pueden ser otras palabras, así que el Otro sigue pensando que soy una mala persona y quedo atrapado en lo que llamo un bucle de injusticia. La imagen es la de esa persona que está atrapada dentro de una campana de cristal (como la de Plath), que ve a los otros pasar y les grita para que la ayuden a salir, pero esos otros, que no pueden escucharla, interpretan su desesperación como un acto cómico: la ven, sonríen y siguen de largo. A veces tengo la impresión de que Kafka es mi santo patrón.

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