2 de julio de 2015

Opción

En Occidente se considera que el suicidio es censurable. Si uno ha de perder la vida que sea por causas naturales (v.g., vejez), por causas inevitables y ajenas a nuestra voluntad (v.g., una enfermedad terminal, un accidente) o porque un congénere así lo ha decidido (v.g., homicidio). Morir porque a uno le da la gana, eso no. Curiosamente, las organizaciones humanas que consideran que la vida es un valor que debe conservarse a toda costa, no generan las condiciones para que esa conservación se lleve a cabo de una manera óptima. Los sistemas de salud y de seguridad públicas suelen ser ineficientes, burocráticos, costosos y poco confiables, lo cual sigue dejando el suicidio como una opción.

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