5 de diciembre de 2015

Humanidad


El término humanidad es como un erizo, difícilmente se puede uno acercar a él sin espinarse. A veces, cuando se siente amenazada —esta humanidad, digo— arroja sus espinas sin mirar a quién herirá. Bonito sería que en esta analogía pudiéramos cambiar erizo por ornitorrinco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario