23 de abril de 2012

Perfume


Aunque cueste creerlo, existe un área comercial llamada marketing olfativo. Se encarga, como su nombre lo indica, de introducir en el mercado productos que se consuman a través de la nariz. Por supuesto, entre esos productos se encuentran los perfumes. Ya se sabe que el quid del perfume es enmascarar los humores naturales y hacernos creer que el usuario huele bien y bonito. Además, según sea la estrategia publicitaria, el perfume junto con el aroma puede ofrecernos status y, en general, mantenernos en contacto con los aspectos excelsos de la vida estética. Algo parecido parecen aportar los productos de Apple. Por eso, una empresa australiana acaba de crear un perfume que evoca el olor de una MacBook nueva. «El extraño perfume tiene unas particulares fragancias que recuerdan al pegamento, el plástico, la goma o el papel» dice la nota de ABC. Pero como no todo es color de rosa, o mejor dicho no todo huele a rosas, informo a los forofos de Apple que el perfume no saldrá a la venta. Solamente lo usarán para un evento específico como aroma oficial. Luego se perderá en el aire como lágrimas en la lluvia.

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