23 de abril de 2012

Telemático


El misterio de la enfermedad que padece el presidente del gobierno venezolano sigue en pie. Solamente se sabe que es cáncer y que está en la zona pélvica. También se sabe que el sistema de salud cubano ha sido escogido por el mandatario para que le aplique un tratamiento ad hoc. Se sabe además que el presidente, mientras se somete a ese tratamiento, sigue gobernando. ¿Cómo lo hace?, pues según leo en una nota de El Nacional, a través de twitter. En lo personal me parece muy postmo de su parte. Sin embargo, algunas figuras públicas (básicamente sus opositores) consideran que eso no está bien. Piensan, tal vez con razón, que para gobernar un país se debe estar en él. Es decir, ni el gobierno (ni el sexo) se pueden ejercer telemáticamente. Puede que esa posición, insisto razonable aunque un poco retro, tenga un marcado acento de indolencia (el presidente está enfermo y hace cosas para curarse), no obstante, bien pudiera hacer como haría cualquier empleado público, esto es, abandonar su cargo mientras se somete al tratamiento y, tal como establecen las leyes nacionales, dejar al mando al vicepresidente de la República. De esa manera, pienso yo, nadie le criticaría y convalecería en paz, rodeado de sus seres queridos (es decir, los gobernantes cubanos).

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