Buscando en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española la palabra ‘vudú’, encontré esta definición: “Cuerpo de creencias y
prácticas religiosas que incluyen fetichismo, culto a las serpientes, sacrificios
rituales y empleo del trance como medio de comunicación con sus deidades,
procedente de África y corriente entre los negros de las Indias Occidentales y
sur de los Estados Unidos de América.” ¿Por qué es importante aquí
la palabra “negros” para referirse a las personas que practican esta religión?
Si hubiera en Suecia prácticas religiosas que siguieran, por ejemplo, a Odín ¿el
Diccionario consideraría importante
como rasgo definitorio el color de la piel de los suecos? Además, esto de las
“Indias Occidentales” es una forma colonialista de referirse al continente
americano. Es un signo evidente de legitimación de los desmanes cometidos por
los españoles en los tiempos de la conquista e invasión de ese territorio. Igualmente, si
se lee de cerca, los Estados Unidos son reconocidos como una región
diferencial, aparte, mientras que el resto de América queda integrada en una
categoría geográfica indiferenciada. Por su parte, las personas que llaman “negros” sufren
el mismo destino: se los refiere como si fueran una y la misma cosa; como si no
hubiera “negros” católicos, cristianos, etc. En fin, pienso que se trata de una
acepción desafortunada cargada de prejuicios que requiere ser revisada, no para
hacerla políticamente correcta sino para que incorpore los inocultables matices
de la diversidad, por un lado, y, por el otro, el necesario reconocimiento del
Otro en el plano de la equidad existencial.
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