11 de febrero de 2012

Político

Tengo para mí que el mejor de los políticos es el que hace todo lo posible porque su cargo deje de ser necesario, no por ineficiencia, sino por todo lo contrario. Lamentablemente, en los tiempos que corren ese tipo de político solo existe en la imaginación o en la esperanza de algún que otro votante incauto. De hecho, el político actual, apenas toma el poder, idea y aplica reformas que sólo satisfacen a unos gobernados imaginarios, aduciendo que los gobernados reales, si sufren por un tiempo, lograrán vivir bien. Esta falacia mantiene al político en su cargo y a los gobernados constantemente insatisfechos esperando, sin embargo, que ese mismo político les resuelva los problemas.

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