1 de septiembre de 2012

Lluvia


No recuerdo quién decía que la lluvia siempre sucede en el pasado. Creo que no se equivocó. La lluvia es nostálgica por excelencia y, también, tal como dice la gente de Tin Hat, la lluvia es una animal muy apuesto. Soy de un lugar de mucho llover. Entre mi infancia y la lluvia hay un diptongo memorioso que se activa cada vez que llueve. Me veo en la ventana aquella de la casa del Señor Espejo que tenía un suelo verde muy pulido, viendo bajar el torrente de agua por Sixto Díaz. Lanzaba trocitos de papel a ver hasta donde los arrastraba la corriente antes de engullirlos para siempre. Dos veces la lluvia nos dejó sin techo y una vez casi me lleva con ella, mientras yo, ayuno de toda consciencia del peligro, jugaba por los lados de Santa María, también llamada Quebrada Abajo, en medio de una tormenta. Hoy es noche de lluvia en Barcelona, pero estoy en Los Teques.

No hay comentarios:

Publicar un comentario