1 de septiembre de 2012

Mudo


Hoy entré a un baño público. Pertenecía a un restaurante de cuyo nombre no quiero acordarme. Mientras me lavaba las manos, leí un letrero puesto justo a la altura de la mirada que decía más o menos esto: Si considera que este baño no está todo lo limpio que usted desea, hágaselo saber al personal de limpieza. Confieso que el escrito me dejó en blanco. Por lo general, infiero de un gesto mínimo como ese algún rasgo cultural o alguna proeza semiótica o alguna exageración por el estilo. Sin embargo, esta vez me quedé mudo. No sé por qué, pero apenas logre tener algo en claro lo haré saber por esta misma vía.

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