Hay en Japón una prefectura llamada Mie. Su territorio, por un lado, es nemoroso y, por el otro, costero. En esas costas, unas mujeres vestidas de blanco y con una estrella pintada en la frente, se lanzan al agua y nadan hasta el fondo para recolectar caracoles y langostas, y lo hacen con las manos desnudas. Esas mujeres, una vez en tierra, cocinan a fuego vivo lo que logran recoger. Si durante la cocción un caracol estalla, dicen que se debe a que nació en luna llena. Este acontecimiento, aparentemente fortuito e insignificante, es considerado por las gentes de allí como un signo de felicidad y de buena suerte. Ya quisiera yo, en estos tiempos de crisis generalizada, que esos caracoles estallaran sin cesar para bien de la humanidad.
Un éxito de la hermana república de Colombia a propósito del post:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=oN5VQ0KpRlI
¡Excelente! Estos caracoles no estallan pero seguro que colaboran con la felicidad de mucha gente. Gracias Felipe.
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