27 de octubre de 2011

Carol

El CD más reciente de la trompetista Carol Morgan, en un sentido estrictamente jazzístico, es una belleza. A medio camino entre la tradición y la vanguardia, entre Ted Curson y Don Cherry, Morgan y compañía ofrecen melodías conocidas y no tan conocidas de una manera no sólo fresca sino también expresiva y, si se quiere, diferente. Hoy que las posibilidades técnicas permiten pulir el sonido hasta alcanzar unos niveles inimaginables en los tiempos analógicos, Morgan y su banda sacan de cada uno de sus instrumentos un sonido telúrico, casi crudo, sin bruñiduras artificiales ni acrobacias técnicas innecesarias. Aunque su formato recuerda experiencias como las del cuarteto de Ornette Coleman o la del otro cuarteto “Old and New Dreams” también de inspiración colemaniana, el sonido de esta banda no es para nada nostálgico. Es, al menos para mí, un sonido simplemente auténtico. No me costaría nada ubicar esta música de vaso azul entre lo mejor que se ha hecho en 2011 (al interior del género que más me gusta, claro está). Cinco estrellas para este.

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