29 de octubre de 2010

La piel

Si mal no recuerdo, fue Peter Greenaway quien tuvo la idea de llevar al cine la historia de una joven japonesa, llamada Nagiko, que gustaba de escribir sobre la piel de las personas y, también, que escribieran sobre la de ella. Hoy escuché con dedicatoria, una canción compuesta por una persona de quien me separa un abismo insalvable. En esa canción, no sé si por influencia de Nagiko, se habla, precisamente, de la escritura dérmica. El protagonista, un hombre, es malo para los recuerdos y resuelve escribir sobre la piel de su amada para no olvidar, porque bien sabe que esa libreta nunca la perderá. Sin duda, es una canción bonita. Es curioso y diría que lamentable el modo cómo alguien puede disociar su potencial estético de sus valores políticos; escribir versos de enamorado y, al mismo tiempo, apoyar a un dictador. A mi simplicidad cognitiva le cuesta procesar esas divergencias.

3 comentarios:

  1. Hola Carlos si te interesas por las historias en la piel hay que leer "el hombre ilustrado" de Ray Bradbury. Una máginifica y sorprendente historia de historas.

    Una chulada tu blog.

    Un abrazo

    Xavier

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  2. Lo leeré. Aunque creo que mi corpulencia da más para escribir un Haiku o un telegrama que cualquier otra cosa. De momento, prefiero la hoja en blanco.
    Agradecido por la recomendación y sobre todo honrado por tu visita.
    Salud,
    C.

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  3. Para que no se me olvide la letra.... una palabra, otra después, hasta que aprenda lo que no sé...

    Supongo que te produce la misma sensación cuando se lee "Aventuras de la niña mala" y se piensa en lo conservador que es Vargas Llosa.

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