9 de octubre de 2010

Pasión a patadas

El delantero del equipo alicantino Hércules, David Trezeguet, ha dicho en una entrevista publicada recientemente en El País, esta frase: «El fútbol es una pasión, no un trabajo». Nunca antes había leído yo una definición tan precisa y al mismo tiempo tan misteriosa de ese deporte. La palabra pasión es toda ella una paradoja, sobre todo si se la aplica a una actividad que mueve a tanta gente en el mundo. «Pasión» es lo contrario de acción. Es, en efecto, el estado pasivo del sujeto. Y en cierto modo, aunque el deportista parece pertenecer a la esfera del movimiento constante, no es difícil ni descabellado afirmar que el deportista también es aquel que no hace nada. En este sentido, la carpintería, la ingeniería, la medicina, etc. no son pasiones, pero el fútbol sin duda, sí. Bravo por Trezeguet.

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